"No soy un sex symbol" (Revista GENTE, 14-06-05)

Es una lástima que con el surgimiento constante de figuritas mediáticas y ya existiendo tantas otras que poblaron pantalla, revistas y demás medios, ninguna de ellas escape al lugar común ni se atreva a poner en riesgo esta pequeña fama en pos de la humanidad o al menos en pos de mis intereses como espectador. Todas siguen a rajatabla la parábola del ascenso meteórico y aún sabiendo como éste suele terminar (o sea, en la absoluta intrascendencia) no hacen nada para torcerle el brazo al destino. Son como esos animalitos que guiados por quien sabe qué instinto natural corren en grupo hacia al abismo para terminar allá abajo, contra las rocas. Pero como estos personajes mediáticos son seres más inteligentes que esos animalitos.... .... ..... (cough, cough, perdón)....es correcto pretender que al menos uno de todos ellos intente otras cosas a la hora de manejar su fama y popularidad. Tentar al cosmos, tensar los hilos del universo, del destino y de la suerte, para que su inevitable ocaso no sea tan inevitable. Para que el ocaso, si ha de venir, no siga los pasos de tantos otros. De eso hablo. Hablo, amiguitos, del efecto mariposa.
Por eso, y a tono con los últimos post, arremeto nuevamente con mis promesas. Prometo que si este blog me hace famoso, utilizaré dicha fama para hacerle un favor a la humanidad. A continuación, un plan tentativo, por demás resumido, de mis pasos a seguir en mi irrupción en los medios. Obviamente los primeros pasos sucumben ante el manual del "nuevo famoso", pero luego voy a ir forjando mi camino desde adentro.
- Revista especializada de internet. Doble página central. Yo sentado en un sillón mirando a cámara levemente cenital, con los dedos entrecruzados en la nuca. Detrás mío, el escritorio, la computadora y en la pantalla la homepage de mi blog. De título, un frase mía: "en la red todos somos iguales".
- Nota a GENTE. Con sonrisa entre pícara y sincera mientras me abotono el puño de la camisa. Título: "No soy un sex symbol".
- Invitación a dar el puntapie inicial en algún partido de futbol trascendente (onda final Intercontinental. No cualquier copita como esa sudamericana que festeja Boca). Olvidándome de protocolos y acartonamiento, intentaré sorprender al arquero desde mitad de cancha.
- Cuando mi fama sea obscenamente inmensa, y logre la risa incondicional de todos los conductores de TV ante cualquier "salida" y "humorada" de mi parte, procederé a enfrentar a Diego Maradona, por ahora único mortal que goza dicha condición, único al que se le festeja y justifica TODO. La idea de este enfrentamiento mediático es que cabezas unidimensionales y sin posición propia como la de Fantino no logren asimilar contradicciones y al no saber que bando tomar, súbitamente exploten. Obviamente, buscaré que sea en cámara.
- En realidad, esto es lo que esperaba: invitación a lo de Mirtha Legrand. En realidad las opciones aquí son muchisimas, pero creo que voy a esperar el momento e improvisaré. Pero tengan algo por seguro, ese programa no va a llegar a su fin. Ahora me debato entre insultarla chabacanamente, realizar una critica mordaz sobre su persona y su programa, tirarle el contenido de mi copa en la cara al primer intento de interrupción, o simplemente golpearla y salir del estudio al trote, arrastrando conmigo el mantel. Pero ya les digo, después veo.
- Tras el escándalo, nueva nota de GENTE. Foto de perfil, mirada perdida. Título: "Más de una vez estuve para el knock out". A esta altura soy el deleite para chimenteros y demás perioducas.
- Aquí viene mi inmolación y mi mayor gesto para con la humanidad. Al salir de alguna reunión social y ante la horda de noteros de programas de chismes que se agolpan alrededor de mi auto, voy a hacer lo contrario a la segunda reacción natural de acelerar y perderlos (la primera es arrollarlos, es verdad). Voy a irme del lugar lentamente, para que los noteros y sus cámaras corran tras el auto. Inclusive, si noto que se están quedando, bajo aún más la velocidad y si es necesario freno totalmente hasta que los noteros tomen aire, se repongan y continúen con la persecución. Así, cual flautista de Hamelin, guiaré a la manada de chimenteros hacia algún puente y una vez allí me lanzaré al vacío, llevándome conmigo a toda esas ratas,... digo periodistas.

Este plan es, como dije antes, apenas un boceto. Debo definir algunas cosas, como por ejemplo como hacer para que Mirtha Legrand, tras el desplante de su programa, me acompañe en el auto cuando me lanze al río.

Estas simples cosas fue lo que esperé durante toda mi vida como espectador y consumidor de medios. Pero veo que voy a tener que hacerlo yo mismo.

Bueno, pero después de esto, mínimo, quiero un feriado en mi nombre.